@Karina Beltrán
La obra de Karina Beltrán está llena de sutilezas, invita al disfrute sosegado. Es una lectura de un libro o los versos de un poema. Instantes del día a día que se presentan a modo de rumores lejanos, frágiles. Sonidos que obligan agudizar el oído, y entender que el viento entra bajo la puerta moviendo la cortina.
Su lenguaje nos transmite momentos íntimos, miradas perdidas en el horizonte, segundos de magia sublime, fugacidad temporal que se ejecuta con una sintaxis compleja que va construyendo un texto de puntadas vaporosas.
Atmosferas embriagadoras. Lugares sencillos, decorados de escenas cotidianas que se tornan excepcionales casi celestiales, donde la luz marca la pauta. Su trabajo se disfruta con los sentidos alienando al espectador hedonista, el que es capaz de oler con los ojos, sentir con el oído, saborear con el tacto.
En “Constelaciones” conjunto de imágenes que hemos podido disfrutar en el Centro Atlántico de Arte Moderno, recorremos un puzzle de instantes por un “día imaginario” que conforman las vivencias de esta autora. Un bello cúmulo de momentos que estructuran esa conjunto de vivencias que distan mucho unas de otras.
Atmosferas embriagadoras. Lugares sencillos, decorados de escenas cotidianas que se tornan excepcionales casi celestiales, donde la luz marca la pauta. Su trabajo se disfruta con los sentidos alienando al espectador hedonista, el que es capaz de oler con los ojos, sentir con el oído, saborear con el tacto.
En “Constelaciones” conjunto de imágenes que hemos podido disfrutar en el Centro Atlántico de Arte Moderno, recorremos un puzzle de instantes por un “día imaginario” que conforman las vivencias de esta autora. Un bello cúmulo de momentos que estructuran esa conjunto de vivencias que distan mucho unas de otras.
@Karina Beltrán
@Karina Beltrán
Siempre acostumbro a empezar la entrevista intentando averiguar como llega la fotografía a la vida de cada autor. ¿Cuando haces tú primera fotografía o cómo fue ese primer momento en que decides que la fotografía pasaría a formar una parte importante de tu vida?
Fue en 2001, mientras estudiaba en el Chelsea College de Londres. Un poco empujada por mis tutores y por la necesidad de incluir personajes en mis imágenes. En ese momento sentí que lo que quería contar no me apetecía pintarlo, así que ese fue el inicio. Por otra parte me influyó y estimuló enormemente el visitar muchas exposiciones en Londres donde el medio más utilizado en ese momento era el fotográfico.
La fotografía o el arte es parte de un proceso o el final de un proceso. Interviene nuestra manera de entender la realidad, nos estimula, alimenta el alma. ¿Cómo construyes tu proceso de trabajo? ¿Cómo alimentas el alma en ese proceso?¿Esperas que llegue la inspiración o tienes una planificación temporal donde incluyes “tiempo para crear” y te sientas a trabajar?
El arte es una manera de entender la vida, o una forma de hacerla más llevadera, una necesidad.
Yo saco fotos constantemente, a diario, podría decirte que de manera compulsiva. Esas imágenes van luego agrupándose, “hilándose”, formando series, dependiendo de lo que me sugieran, de lo que me transmitan, de las distintas sensaciones que me “provoquen”. Luego están las lecturas, el cine, las buenas conversaciones, la curiosidad, el hambre de aprender, que enriquecen el proceso, el alma... No creo en los momentos de inspiración “aislados”.
En los procesos creativos hay varios pasos que debemos ir “superando”, empezando por la preparación, donde recabamos información. Le sigue la incubación, donde nos surge la idea y pensamos en cómo resolver el problema. El momento de iluminación, donde por fin encontramos la solución y todo encaja. Y el momento de aceptación. ¿Cuál es el momento del proceso de creación que crees más importante? ¿Cuándo disfrutas más? ¿A la hora de pensar la imagen, a la hora de construirla, cuando la haces o cuando ves la reacción en la gente?
Podría decirte que es el momento de “ incubación”, utilizando tu definición. Cuando la idea es aun una nebulosa y necesitamos despejar incógnitas, llegar a la luz. Es un momento de lo más estimulante y excitante, no desconectas ni un segundo hasta que das con la solución. A veces, incluso, he encontrado la respuesta en un sueño.
En los instantes que vivimos actualmente con una crisis sistémica casi incontrolable, un pesimismo constante ¿Cómo consigues anteponerte a todo esto y encontrar estimulación?
Intento separar todo lo posible el mundo real, el de la calle, del otro, el de la creación. Creo que es un ejercicio de lo más sano, o al menos yo lo vivo así. Los artistas tenemos además esa capacidad de crearnos “mundos paralelos”, y esos mundos son solo nuestros, son nuestro refugio, nuestra vía de escape.
Has vivido mucho tiempo fuera de Canarias ¿Por qué decides trasladarte de las islas? ¿Cómo ha afectado eso a tu trabajo? Elegiste Londres como lugar de residencia ¿Qué te aportó?
Fue una necesidad vital lo que me hizo trasladarme a Londres. Quería cambiar de escenarios, de luz... y Londres me aportó muchas cosas, es la ciudad donde maduré, tanto a nivel personal como profesional, donde realicé mis estudios de postgrado y empecé a trabajar utilizando la fotografía como medio.
¿En que grado te interesa que el espectador se vea inmerso en este mundo que tú creas?¿Qué papel tiene el espectador?
Me interesa , sobre todo, que el espectador se deje llevar, que la obra le remueva “emocionalmente”. No se trata de que “entienda” sino de que “sienta”.
En ese sentido en un mundo que se mueve con tanta velocidad donde estamos rodeados de tanta información visual, que para que algo llame la atención tiene que provocarnos extrañeza y rompernos los esquemas. ¿Cada vez cuesta más sorprender al espectador?
Depende del tipo de espectador. Te diría, además, que para el que va buscando la obra “espectáculo”, la obra “inteligente”, será cada vez más difícil sorprenderlo. Para el que no “busca”, para el que simplemente persigue una experiencia de los sentidos, para el que es capaz de disfrutar de un color, de un reflejo, una sensación, no.
¿En qué grado hay en tú obra una intención de plantear un juego al espectador?
Me gusta que el espectador se “zambulla” en la obra, que “encuentre” . Que se cree sus propias historias, a partir de las imágenes que le ofrezco, que reflexione, que sea un espectador desde los sentidos.
¿Qué autores pueblan tú imaginario y crees que son claves para entender mejor tú trabajo por la influencia que han ejercido en tí?
La lista podría ser interminable, además, ha ido variando con el tiempo. Desde Julius Bissier o Morandi, a Diane Arbus, Francesca Woodman, Félix González Torres, Bas Jan Ader, Nan Goldin, , la Escuela de Helsinki...
Últimamente me interesa mucho la fotografía japonesa contemporánea.
@Karina Beltrán
UN TEST PARA CONOCERTE
MEJOR
Libro que estas
leyendo:
1Q84, de Haruki Murakami.
y el que
recomendarías:
Muchísimos, de mis
lecturas últimas, “Viaje al final de la noche”, de Céline, “Los detectives
salvajes” de Roberto Bolaño o “El museo de la inocencia” de Orhan Pamuk.
Música que
escuchas para inspirarte:
Ninguna
en particular.
Una exposición
que te marcará especialmente ¿Dónde y cuando?
Morandi, en el Museo
Morandi de Bolonia, a mediados de los 90.
Diane Arbus, en 2005:
Victoria and Albert Museum de Londres.
Bas Jan Ader, en 2006,
Camden Arts Centre, Londres.
Francesca Woodman, en
el Espacio AV de Murcia, 2009.
Dónde te
pierdes mas a menudo:
En mis “mundos paralelos”.
y dónde te
dejas encontrar:
en cualquier café de
cualquier lugar en el que esté.
Un sueño
recurrente:
Interiores que se
metamorfosean contínuamente, casas que cambian de apariencia, muebles que no
están donde deberían.
Noctámbula o
diurna:
Noctámbula, aunque cada vez
disfruto más las mañanas, y me enfada perdérmelas.
Una
fotografía:
Muchas, de Francesca
Woodman.
Un fotógrafo/a
que tengamos que conocer:
Masao
Yamamoto.
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