En determinados momentos nuestras observaciones se tornan interiores, introspectivas, para decretar estados de ánimo o momentos de la consciencia. En algunos de esos momentos podemos llegar a pensar que nuestra soledad como individuo es manifiesta. Buscamos nuestra proyección, nuestra sombra, nuestro reflejo, para poder encontrar una compañía certera, fiel, veraz.
Es en esa búsqueda de lugares íntimos donde se mueve la fotógrafa sueca Loan Nguyen. Lugares ambiguos, de una gran carga geométrica, donde el individuo queda reducido a una porción mínima de la superficie de la imagen. El espacio se torna misterioso, se revela una confusión entre la acción de la imagen y la reacción del espectador. Fotografías de una luz limpia y contrastes suaves, donde la mirada queda atrapada, cautiva, raptada. Es en ese secuestro del ver, el lugar en el que el espacio se modifica hasta convertirse en un territorio de introspección, donde la mirada y la consciencia busca una proyección, un reflejo, con el que poder encontrar la compañía de la soledad manifiesta de los protagonistas de estas fotografías.
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